Equivalente al mas reciente ¿y tu nieve de qué la quieres?
Usábase en el siglo pasado cuando el interlocutor interpelaba con una petición descabellada, llamándole Chucha independientemente de si éste o ésta se llamaban Jesús o Jesusa.
Ejemplo:
A: Oye B ¿me prestas tu carro para irme a Cuernavaca el fin de semana?
B: Sí Chucha ¿y tus calzonsotes?
jueves, 16 de abril de 2009
viernes, 23 de mayo de 2008
El DDT
Recuerdo aquella vez que ví una cucaracha enorme a la entrada del edificio y le dije a mi novio: "voy corriendo por el DDT". Me miró con carita de preguntar "¿el de-quien?", a lo cual le mosté la lata de Baygon y me dijo: "ahh, el insecticida..."
Es lo enriquecedor de salir con alguien veinte años menor que uno.
Es lo enriquecedor de salir con alguien veinte años menor que uno.
Un tostón, una peseta, un quinto
Estimado lector joven: un tostón no es el efecto que causan los rayos ultravioletas en su piel ni nada por el estilo. En el siglo pasado, cuando el tipo de cambio era de un dolar por $12.50 pesos (pero que realmente valían), la gente estaba al pendiente de su dinero y contaba la moneda fraccionaria de esta manera:
Una moneda de 50 centavos era un tostón.
Una moneda de 25 centavos era una peseta, y
Una moneda de 5 centavos era un quinto.
Me pregunto que hace toda la gente con su moneda fraccionaria hoy en día.
Una moneda de 50 centavos era un tostón.
Una moneda de 25 centavos era una peseta, y
Una moneda de 5 centavos era un quinto.
Me pregunto que hace toda la gente con su moneda fraccionaria hoy en día.
De a devis / de a mentis
En los cincuentas y sesentas si algo era de a devis, era de verdad; mientras que si algo era de a mentis, era ficticio o falso.
Ejemplos: "Chaparrita, yo te quiero de a devis."
"El billete ese era de a mentis y lo entambaron."
Ejemplos: "Chaparrita, yo te quiero de a devis."
"El billete ese era de a mentis y lo entambaron."
domingo, 18 de mayo de 2008
Éramos bien maloras
El hablante quiere decir que él y otros en su juventud hicieron muchas travesuras.
Te va a dar un aire encontrado
Las abuelitas, tan previsoras siempre, solían reprenderlo a uno con esta frase cuando salía de bañarse y había alguna ventana o puerta abierta que causara corriente de aire.
Estás loco de la cola, ca***ón
Tan poco elegante frase, aderezada de un insulto se decía cuando el hablante había perdido toda paciencia ante los comentarios absurdos y descabellados de su interlocutor y explotaba con este contundente juicio acerca de él.
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